Seguimos en cuarentena, más de 50 días en casa y en este momento el gobierno se encuentra analizando y buscando las formas de reactivar la economía colombiana. Según el Banco Mundial, se prevé que el indicador de los bienes y servicios de Colombia, representado en PIB (Producto Interno Bruto), caiga un 2% que comparado con las cifras de la economía de Estados Unidos correspondiente al 6,2%, nos encontramos en un escenario positivo.
Esto no quiere decir que no estemos preocupados por cómo se va a reactivar la economía ni como empezaremos a retornar a una estabilidad financiera en todos los sectores. ¡Claro que sí, lo estamos! Pero antes de reactivar nuestras labores es vital que tengamos una premisa en cuenta:
“No podemos volver a la normalidad porque la normalidad era el problema”
Por esto, durante este tiempo nos pusimos a la tarea de investigar sobre los retos en materia ambiental que puede enfrentar reactivar la economía después del covid-19:
Consolidar un aparato productivo sostenible y resiliente al clima, ya que la recuperación económica, se constituye en una oportunidad para abordar causas estructurales de la desigualdad y del deterioro ambiental.
Mis acciones no aportan a la crisis climática
Aumentar la inversión para el desarrollo de industrias 4.0, la inteligencia artificial y las redes 5G.
Fortalecer la institucionalidad ambiental en el país
Apoyar los mercados con potencial para una recuperación verde desde la economía circular, los mercados verdes, la salud y los emprendimientos comunitarios en negocios alternativos.
Respaldar las prácticas de consumo y producción responsable, junto a la implementación progresiva de sistemas bajos en emisiones para aumentar el desarrollo de los diferentes sectores de la economía.
Fortalecer el sector rural en Colombia, aprovechar su potencial y apostarle a energías renovables
Podemos establecer que estos retos influyen directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los cuales representan nuestra hoja ruta hacía la sostenibilidad y que actualmente según la CEPAL se encuentran en riesgo “pues mientras unas pocas metas se han logrado, muchas solo podrían alcanzarse con marcadas intervenciones de política y otras parecen inalcanzables”
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Y entonces ¿Cómo se aporta positivamente hacía los retos actuales?
Para solucionar el aparato productivo del país e incluir tecnologías más resilientes al clima es necesario reinventar la forma de negocio incluyendo la sostenibilidad dentro del ADN de las empresas. La crisis económica que ha resultado por el coronavirus en Colombia ha dejado un espacio-oportunidad para reflexionar sobre la forma de producción basado en una economía lineal y el verdadero impacto negativo que estamos dejando al planeta.
Por este motivo, para reactivar la economía colombiana y evitar que esta crisis vuelva a afectarnos de esta manera, es de vital importancia que todos visualicemos al futuro, pero trabajando de la mano de la sostenibilidad para procurar la eficiencia de recursos y la productividad general del negocio a partir del uso de herramientas y procesos que permitan el desarrollo de la industria actual sin afectar las condiciones ecosistémicas de las próximas generaciones.
Un ejemplo de estos es la iniciativa “Freshmarket” liderada por Carulla con el cual se busca que los clientes experimenten un consumo más sostenible, conociendo el lugar de donde proviene el producto, las manos que lo producen o cultivan y el impacto que generan en el medio ambiente. Además, se les dará protagonismo a los productos locales, apoyando la labor del campesino colombiano Gracias a esta nueva experiencia, se reduce notablemente la huella de carbono, debido a las cortas distancias que debe recorrer el producto hasta las manos del cliente
Para dejar de percibir que nuestras acciones no tienen valor en este gran trabajo que nos pone el cambio climático, es importante tener en mente las cifras de las problemáticas y lo que significa un aporte como una simple acción. Nuestros comportamientos están ligados por la capacidad de conocimiento que yo puedo tener hacia cierto tema.
Te dejamos aquí un ejemplo, muchas personas no separan o no reciclan por desconocimiento o porque considera que el hecho de separar no soluciona el problema. Pero si yo te digo que, con tu separación de residuos en casa, no solo disminuyes la cantidad de basura que envías al relleno, sino que apoyas a más de 20.000 recicladores en Bogotá, que puedes hacer compost y puedes utilizarlo como abono y que permites que el relleno sanitario alargue su vida útil.
Por ende, es importante que en la sostenibilidad se integre un feedback donde podamos reconocer el impacto POSITIVO que hay en tu acción.
¿Cómo fortalecer la institucionalidad ambiental?
Fortalecer la institucionalidad ambiental no se trata solamente de expedir nuevas normas, sino de mejorar las acciones que contribuyan a conservar los recursos naturales y la biodiversidad que caracteriza al país, promover la sustentabilidad ambiental del proceso de desarrollo, coordinar las acciones derivadas de las políticas y estrategias definidas por el gobierno en materia ambiental, involucrando siempre como un actor en el proceso de la gestión ambiental a la comunidad.
Así, para trabajar en la institucionalidad ambiental se debe contemplar mecanismos e instrumentos aplicables a la realidad de un contexto aplicado desde lo más amplio, hasta lo más específico, es decir, partir desde un nivel nacional, regional hasta llegar a lo local.
¿Cómo adaptarnos al cambio después del COVID-19?
Para dar respuesta a los retos de apoyar emprendimientos y mercados locales, respaldar prácticas de consumo y producción responsable y fortalecer el sector rural de Colombia, lo primero que evidenciamos es que debemos convertirnos en consumidores responsables y resilientes.
La resiliencia es la capacidad de las personas para adaptarse positivamente a situaciones adversas o traumáticas (Implica la capacidad de resistir, de superar un problema y salir fortalecido. Cuando somos resilientes, utilizamos la adversidad como aprendizaje para mejorar y crecer como personas y como sociedad.
Esta crisis puede ser una oportunidad colectiva para buscar nuevos modos de relacionarnos y de tener una vida social más equilibrada con nuestros congéneres y nuestro entorno.
La restauración social tras el COVID-19 solo puede surgir de un proceso de crecimiento comunitario. Para sanarnos necesitamos una transformación social, en la cual la cooperación y la solidaridad pasen a convertirse en nuestros rasgos esenciales. Se nos exige distancia física, pero en ninguna otra crisis previa hemos necesitado tanta cooperación social.
Además, nuestra responsabilidad está ligada con el conocimiento y como muchas personas lo dicen “El conocimiento es poder”, por este motivo para poder ser sostenibles es prioridad conocer como estoy impactando negativamente en el planeta (Por ejemplo: conocer la huella hídrica, es decir la cantidad de agua que es necesaria para producir un pan). Cuando conocemos la forma en que impactamos, podemos reflexionar y hacer las cosas diferentes, por eso te invitamos a que seas curioso. Ahorita hay bastantes iniciativas locales que le apuntan a la sostenibilidad y que nos permiten tener un estilo de vida sostenible. En nuestras redes constantemente estamos danto tips y emprendimientos que te ayudan a esto. Síguenos en IG y FB.
Desde el inicio de esta crisis, en Sentido Verde reconocemos estos retos y trabajamos día tras día en poder dar solución a nuestros clientes a través de herramientas como las que les mencionamos. Por eso, reiteramos la importancia de incluir la sostenibilidad en el ADN de los modelos de negocio para superar esta y otras crisis que puedan venir.
Queremos ser tu aliado para producir y consumir sosteniblemente, tener plan B cuando ocurran este tipo de crisis con las herramientas tecnológicas de nuestra mano y constituirlos no como la mejor empresa del país sino como la mejor empresa para el país.
Equipo de Sentido Verde
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