top of page

¿Cómo aprenden los niños?

Si bien es cierto que desde niños estamos constantemente en un proceso de aprendizaje, no es cierto que todo lo que nos enseñan lo aprendemos. Piensa en los niños de hoy en día… ¿Cuántas clases ven al día? ¿Cuántos nuevos temas les son enseñados? Son bastantes. Y ¿Qué de todo eso están realmente aprendiendo? A veces, hasta muy poco.

Están bombardeados de información: matemáticas, inglés, historia, química, física, entre otros. Y así, se encuentran frente a un reto grande: deben aprender sin que nadie les haya enseñado cómo hacerlo. Por eso, nos encontramos con niños que estudian para responder un examen, y tiempo después, vemos que realmente ya no se acuerdan de casi nada.

Para evitar esto, y garantizar un aprendizaje significativo en los niños, Sentido Verde ha creado el Kit de los Monstruos del Reciclaje. Este Kit se compone de un cuento animado de los Monstruos, tres imprimibles de los monstruos para pegar en las canecas y un menú de los residuos que come cada monstruo. Este recurso, no sólo ayuda a los niños a saber cómo separar adecuadamente los residuos, sino también garantiza que (1) esta información quede grabada en su memoria a largo plazo y por lo tanto sea aprendida y (2) se genere una actitud positiva hacia la separación de residuos.


Desde hace tiempo se sabe que, para aprender, primero necesitamos retener la información que nos es dada. Como Sócrates alguna vez dijo: “Sin recuerdo, no hay aprendizaje”. Entonces ¿Cómo logramos que los niños recuerden? ¿Qué potencializa la memoria? Aunque suena complicado de lograr, realmente es sencillo.

A grandes rasgos, la memoria se compone de 3 procesos: La codificación, el almacenamiento, y la recuperación. Por un lado, la codificación es el ingreso y registro de la información. Para que se logre esto, las personas deben realmente reconocer y entender la información recibida. Por otro lado, el almacenamiento es la clasificación y conservación de la información. Es decir, cuando es retenida en la memoria. Por último, la recuperación es cuando ubicamos y traemos el recuerdo al tiempo presente para utilizarlo.

Una vez teniendo estos tres procesos claros se puede explicar mejor por qué y cómo los Monstruos del Reciclaje facilitan la retención de información y asimismo el aprendizaje:

· El cuento animado les permite a los niños asociar la separación de residuos con experiencias que les son conocidas y familiares, por lo cual, la información se vuelve más tangible y menos abstracta para que pueda ser codificada, almacenada en la memoria y posteriormente recuperada más fácilmente. Así pues, uno de los principios clave del reconocido psicólogo Jerome Bruner es precisamente que la manera en que estructuramos el conocimiento impacta el nivel de facilidad para retener información. De esta forma, Bruner sugiere que cualquier principio puede ser aprendido a cualquier edad, siempre y cuando esté estructurado con base en las capacidades cognitivas de la persona.

· Los imprimibles de los monstruos para las canecas son también un recurso didáctico que ayudará a los niños y su familia a reciclar. En este caso se recurre a la modificación del entorno para facilitar el aprendizaje, lo que en psicología se conocen como claves contextuales. Básicamente, esto se refleja en la personificación de las canecas: cada una es un monstruo con el que el niño va a interactuar cuando deba botar sus residuos.

· Está comprobado que el estado de ánimo positivo conlleva a un mayor aprendizaje. Piensa en momentos de estrés, preocupación o ansiedad… ¿Qué tanto aprendes cuando estás bajo estos estados cognitivos? Seguramente poco o nada. Por lo tanto, los Monstruos del Reciclaje están diseñados para despertar emociones positivas en los niños y asegurar un mayor aprendizaje.

· Por último, los Monstruos del Reciclaje, al generar una emoción positiva automática en los niños, también van a promover una actitud positiva de éstos hacia la adecuada separación de residuos. Tanto así que, si presentamos de manera constante los monstruos en las canecas, después de un tiempo los niños sólo con ver una caneca ya van a tener una emoción positiva. A esto, los psicólogos lo llamamos condicionamiento clásico.


Sofia Acero

Pasante Psicología Ambiental

132 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page