Gestión ambiental, el reto de las empresas en el siglo XXI

Diagnóstico ambiental, la base de una gestión ambiental responsable

Desde hace varios años en el país y en el mundo se viene hablando de “sostenibilidad” y hasta la fecha algunos de los colombianos ya logran asociar esta palabra con empresas u organizaciones que impactan “positivamente” o “aportan” a temas ambientales y sociales en las regiones donde operan o desarrollan sus actividades.

Algunas grandes marcas a nivel mundial ya se están empezando a diferenciar y posicionar en el mercado por evidenciar su sostenibilidad.

Pero, ¿Qué hacen las empresas para lograr operar y ser “verdaderamente sostenibles”?

Empecemos por definir brevemente que en temas organizacionales cuando se habla de sostenibilidad, se refiere a que las empresas operen de manera responsable con el ambiente y la sociedad, además, ser rentable económicamente para sus accionistas.

En este blog hablaremos específicamente del reto que tienen actualmente las empresas para lograr operar con transparencia y coherencia ambiental, es decir, continuar operando en el mercado, desarrollando las mismas actividades y procesos pero con menor impacto ambiental negativo, lo que implica, menor consumo de agua y energía y generando menos residuos, aprovechando los que se puedan reciclar y enviando a los rellenos sanitarios la menor cantidad posible, disminuyendo y compensando su Huella de carbono, entre otras muchas acciones que tiene que cumplir.

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¿Cómo lograr mayor producción y rentabilidad al mismo tiempo que reduzco el consumo de recursos naturales (agua y energía) y genero menos residuos y menos emisiones de CO2?

Para muchos empresarios, esta pregunta suena algo imposible de lograr o cumplir, pero cuando se realiza una gestión ambiental consiente, responsable y enfocada en un ciclo de vida, es posible.

Para ir un paso más cerca de una verdadera sostenibilidad las empresas deben lograr que todos sus Sistemas de Gestión, incluyendo el Ambiental funcionen articuladamente y como deben ser, desafortunadamente algunos SGA se encuentran muy bien diseñados y plasmados en papel o un archivo digital, pero en la práctica o la realidad es otra. Es decir, en la operación del día a día de la empresa no se aplica o no se cumplen con los planes o metas propuestas en estos sistemas.

La clave para que el Sistemas de Gestión Ambiental funcione articuladamente con todos los sistemas es lograr tenga “vida” y cuando me refiero a que le “dan vida”, es cuando la empresa trabaja con esfuerzo y responsabilidad en tener un capital humano 100% sensibilizado y educado, logrando tener en su ADN una cultura ambiental organizacional fuerte, y solo así, teniendo un capital humano consiente de la realidad del mundo actual, es posible que las soluciones e ideas, proyectos de innovación vengan y se implementen desde ellos.

Cuando se tiene colaboradores consientes, sensibilizados y capacitados, son ellos mismos quienes en cada organización son capaces de identificar mejoras en procesos, formas de comunicación más efectivas y eficientes, compras a proveedores más responsables, etc.

Pero para lograr llegar este nivel, se debe iniciar con un minucioso diagnóstico que logre identificar las potencialidades y debilidades de la organización tanto en procesos, como en conocimiento y cultura de sus colaboradores frente a estos temas ambientales. En mi experiencia, he podido ver como las empresas desperdician dinero realizando actividades, campañas y acciones ambientales de manera desarticulada, donde logran algunos resultados mínimos de impacto y alcance pero no logran consolidar resultados, mejoras y beneficios económicos.

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Con un diagnóstico ambiental organizacional, iniciando por un test de percepción

ambiental del equipo humano, las empresas pueden conocer realmente como se encuentra su organización en estos dos ámbitos nombrados; en procesos productivos, gestiones administrativas y en cultura ambiental. Solo así, es posible encontrar la verdadera medicina a todas las dolencias reales de una organización y no estar poniendo pañitos de agua tibia por cada lado. Con un diagnóstico ambiental acertado es posible diseñar, implementar y medir la estrategia adecuada que aporte a la organización a operar con mayor eficiencia y responsabilidad social y ambiental.

María Margarita Medina Moreno.

Directora de Proyectos

Sentido Verde SAS