Del 2 al 13 de diciembre de 2019 se realizó en Madrid, España bajo la presidencia de Chile la 25a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático la cual tenía como slogan “Es tiempo de actuar”. Lastimosamente esta demostró la gran brecha que todavía permanece entre la capacidad de negociación de las industrias, la urgencia climática y la presión social por un cambio real.
Esta COP, tenía tres grandes objetivos:
Primero, lograr que los países se comprometieran a presentar el próximo año planes más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Segundo, definir la función del artículo 6 del Acuerdo de Paris y
Tercero, establecer los mecanismos de financiamiento para el capítulo de “pérdidas y daños” del mismo artículo.
Con una participación de 200 países y más de 20 mil visitantes de todo el mundo, después de 12 días al cierre de la conferencia y teniendo conocimiento del borrador del documento final, el descontento incremento y la ambición que la COP quiso promover, se desplomo al piso cuando evidenciaron la falta de compromisos adquiridos por distintos países (Entre ellos: Brasil, China, Estados Unidos, India y Australia) que no quieren arriesgar sus economías o le ponen más trabas al proceso que permitiría atacar la emergencia climática que demanda la sociedad y los eventos actuales.
“Europa se ha convertido en el primer continente en decretar la situación de “emergencia climática”. La Eurocámara ha advertido que, de no tomar las medidas oportunas, corremos el riesgo de adentrarnos en un panorama de “no retorno”.” (La Vanguardia, 2019)
La meta es clara, ESTABILIZAR LAS CONCENTRACIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO EN LA ATMÓSFERA Y SITUARLOS POR DEBAJO DE LOS 2°C. Los mercados de carbono, como lo establece el Artículo 6 del Acuerdo de París se consideran necesarios para cumplir con dicha meta y parte del trabajo que se quería realizar en la COP dependía de los acuerdos que realizarán las partes para esclarecer los vacíos legales y los mecanismos de contribución que tienen en cuerda floja a muchos países.
Para contextualizar, los mercados de carbono son los mercados que utilizan el CO2 equivalente como “moneda” de canje, ya que es el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera y facilita los procesos de conteo. Así mismo, mercado de carbono se refiere a la compra y venta de créditos que representan la captura o emisión evitada de una tonelada métrica (t) de dióxido de carbono equivalente (tCO2 e) (Ministerio de Ambiente, s.f.).
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Existen dos tipos de mercados de carbono: los de cumplimiento regulado y los voluntarios. El mercado regulado es utilizado por empresas y gobiernos que, por ley, tienen que rendir cuentas de sus emisiones de GEI. Está regulado por regímenes obligatorios de reducción de carbono, ya sean nacionales, regionales o internacionales. En el mercado voluntario, en cambio, el comercio de créditos se produce sobre una base facultativa. Las dimensiones de los dos mercados difieren notablemente (Capitulo 2. MERCADOS DE CARBONO: QUÉ TIPOS EXISTEN Y CÓMO FUNCIONAN, 2010)
En la COP 25, las partes no lograron ponerse de acuerdo con el tema de los mercados de carbono (Objetivo primordial de la Conferencia), por diferencias contundentes entre países sobre la doble contabilidad, la extensión de créditos de carbono procedentes del Protocolo de Kioto, la integridad ambiental y los derechos humanos. Sin embargo, al finalizar la Cumbre, se logró obtener un documento robusto que tienen varios acercamientos exitosos para cumplir la meta, pero debido a su rigurosidad y exigencia, algunos países decidieron no sumarse.
Este tipo de acuerdos y resultados para cada tema discutido durante la reunión fue el pan de cada objetivo establecido, lo que deja en resumen deja un sabor agridulce sobre la capacidad de compromiso de los países ante esta emergencia climática y la falta de responsabilidad que tienen ante la sociedad y los derechos humanos.
Siendo así, la COP 25 nos deja en evidencia la gran brecha que existe entre las industrias, la sociedad y los eventos naturales que actualmente afecta a cada ciudadano del mundo. Definitivamente no hay congruencia ni lógica entre lo que las metas que se necesitan cumplir con el impacto ambiental generado en las empresas desde los aspectos sociales, económicos y ecológicos.
Catherine Guzmán Avendaño
Ingeniera Ambiental
Líder de Proyectos
Bibliografía
Capitulo 2. MERCADOS DE CARBONO: QUÉ TIPOS EXISTEN Y CÓMO FUNCIONAN. (2010). En FAO, Las posibilidades de financiación del carbono para la agricultura, la actividad forestal y otros proyectos de uso de la tierra en el contexto del pequeño agricultor (págs. 5-11). Roma.
La Vanguardia. (12 de 11 de 2019). COP25: jaque al cambio climático. La Vanguardia.
Ministerio de Ambiente. (s.f.). Ministerio de Ambiente. Obtenido de REDD+ Conozca qué es el Mercado Voluntario de Carbono - Redd+: https://www.minambiente.gov.co/index.php/bosques-biodiversidad-y-servicios-ecosistematicos/reduccion-de-emisiones-de-gases/conozca-que-es-el-mercado-del-carbono
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