Desde la reunión de las Naciones Unidas de 1992, hasta la radicación de la Agenda 21 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se ha venido confirmando que el tipo de consumo y producción que hemos realizado hasta la actualidad está deteriorando de una forma acelerada los recursos naturales, la capacidad de regeneración de la tierra y la posibilidad de mantenernos a todos durante unos cuantos años más con las mismas condiciones climáticas a las que estamos acostumbrados. En la Agenda 21, se reafirma que el éxito de erradicación de la pobreza y la gestión de los recursos naturales para el desarrollo económico y social dependente fundamentalmente de los cambios en los patrones de consumo y producción a nivel MUNDIAL.
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Los patrones de consumo que actualmente se desarrollan están basados bajo una dinámica del mercado, denominada “efecto rebote” en donde por la alta demanda de recursos para la producción se genera así mismo, una constante generación de emisiones de sustancias tóxicas y un rápido cambio del uso de la tierra que ocasiona impactos ambientales que repercuten en un futuro en la economía ya que se disminuyen las tasas de producción que antes presentaban.
Reconociendo que este tipo de economía no ha traído buenas retribuciones en las tres dimensiones (social, ambiental y económico), la forma de mejorar y revertir esta dinámica, apuntando hacía un desarrollo sostenible, es por medio de un enfoque de ciclo de vida.
La UNEP define el enfoque de ciclo de vida como el análisis y reconocimiento de las condiciones en que ocurren las etapas contempladas en un sistema o producto, con el fin de balancear las entradas y salidas, para impactar positivamente en el ambiente, la economía y la sociedad (UNEP, 2004).
Teniendo en cuenta el enfoque de ciclo de vida, este también se puede adaptar para convertirse en una economía de ciclo de vida, en donde se identifique la producción como el uso y disposición del producto bajo un ciclo completo y cerrado, incluyendo la extracción, procesamiento, manufactura, transporte, distribución, uso, reuso, mantenimiento, reciclaje y disposición final; esto incluyendo dentro del gobierno políticas que incentiven el consumo y producción sostenible de la sociedad.
Esta es la situación ideal la cual las Naciones Unidas y distintos expertos recomiendan para transformar la economía actual hacia una más sostenible, pero sabemos que del papel hacía la realidad hay un trecho muy grande que ocasiona que las condiciones no se evidencien como fueron mencionadas.
Para esto exponemos a continuación las ventajas de implementar a nivel empresarial un enfoque de ciclo de vida.
Sirve para identificar situaciones de gana-gana donde con la misma cantidad de dinero se obtienen mayores resultados. Los tipos de enfoque de ciclos de vida permiten a los stakeholders identificar y priorizar las cargas y riesgos en aspectos sociales, económicos y ambientales para colectivamente desarrollar soluciones en pro a su reducción como un grupo.
Mejora la imagen de la organización. Las actitudes de los consumidores hacia compañías con políticas sostenibles son mejores influenciadas en la toma de decisión de un producto. Así mismo, ayuda a evitar la critica de que la compañía solo esta interesada en el valor del accionista y no esta preocupada sobre los impactos a un futuro generados por su producción
Evita la generación del denominado “problema shifting” o un problema cambiante, en donde al tratar de resolver un problema, a pesar de su solución parcial este se puede mover hacia otro ambiente, sociedad, lugar, entre otros ocasionando otro problema de nivel medio que a fin de cuentas termina creciendo.
Optimiza los efectos de mejoramiento al ver el producto como un ciclo. Con el enfoque de ciclo de vida, al ver el sistema como un ciclo cerrado, los problemas se solucionan desde varios enfoques, ahorrando dinero y evitando la generación de problemas futuros.
Desarrollo de mejoras en todos los niveles del producto. Al intervenir otros stakeholders desde su inicio hasta el final se puede, por ejemplo, mejorar el diseño del producto para que este al final de su vida útil puede ser reutilizado o reciclado para volver a ser introducido en otro ciclo de vida.
Estas ventajas pueden representar en una organización la identificación de oportunidades de mejora que se traducen en ahorros económicos, mejoras en las condiciones sociales de su comunidad y condiciones ambientales más favorables y sostenibles para el ambiente. Aunque se reconoce que estas ganancias son a largo plazo, el futuro de los humanos también es a largo plazo, por ende, si realizamos acciones en el ahora, los beneficios para esa población futura (hijos y nietos) será prospera y con las mismas posibilidades de desarrollo sostenible que la actual.
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Unilever una empresa multinacional que desde 1980, han realizado estudios de análisis de ciclo de vida, que le permitieron identificar que sus mayores impactos se encuentran la agricultura, pesca y manejo limpio de las aguas residuales. Esto le ha permitido establecer procesos específicos para cada una de las áreas y atacarlas con innovación y tecnología para lograr beneficios socioeconómicos y ambientales.
En Sentido Verde realizamos en análisis del ciclo de vida de tus productos y te ayudamos a tomar mejores decisiones para el planeta, si quieres conocer más acerca de nuestro servicio a Análisis de Ciclo de Vida contáctanos y nos comunicaremos contigo.
Catherine Guzmán Avendaño
Ingeniera Ambiental
Referencias:
UNEP/SETAC Life Cycle Iniative (2005). Life Cycle Approaches, the road from analysis to practice. UNEP
UNEP. (2004). Why take a life cycle approach. Life cycle initiative.